POR HÉCTOR BENÍTEZ CAÑAS
Habitualmente insisto en la vía de las visas de interés nacional, habilidades extraordinarias o certificaciones laborales para regularizar la situación migratoria en Estados Unidos. Y ello tiene un motivo. No es que no trabaje en casos o procesos de asilo. Por supuesto que lo hacemos cuando las circunstancias lo imponen.
Si observamos las estadísticas oficiales de asilo, emanadas del Departamento de Justicia, el porcentaje de aprobación en 2023 fue solo del 14,4%. ¿Qué quiere decir esto?
Prácticamente, el 86% de los casos de asilo fueron negados. De cada 100 presentados, solo fueron aprobados 14. Y todo ello, dependiendo del Estado, porque esa es una media nacional. En algunas zonas, la estadística puede ser incluso menor.
Por ejemplo, en Florida, Texas o Nueva York, no son muy proclives al otorgamiento de asilo, debido al volumen y a la experiencia previa de los jueces en estos temas.
Por todo ello, siempre insistimos en otras vías para legalizar el estatus en Estados Unidos. Si verificamos la categoría EB2, relacionada con títulos profesionales, en 2023 fueron aprobados 10.000 casos en el contexto de visas de interés nacional, de 13.000 presentados. Es decir, la aprobación promedio está en el orden del 80%. Ahí hay más posibilidades de ganar un caso.
Y además, hay una particularidad. Cuando las personas hacen un trámite de asilo, es un “oneshot”. ¿Qué es esto? Si la Corte de Inmigración no aprueba el caso y también falla la apelación, la persona queda, automáticamente, con una orden de deportación. Se ejecute o no, obviamente.
En cambio, si en primera instancia o primer intento no le aprobaran una certificación laboral o una visa de interés nacional, puede volverse a presentar. Y, dependiendo de determinadas circunstancias, no se pierde el estatus mientras se espera una nueva resolución.
Es importante entender lo que hoy nos dicen las estadísticas. Para ahorrar tiempo y dinero, y no poner en riesgo la permanencia en Estados Unidos.
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